Roman Axelrod siempre estuvo convencido de que los dispositivos de cómputo actuales eran frágiles, voluminosos y limitados. Esa sensación se intensificó durante una caótica reforma de apartamento: interrumpido por muebles apilados, soñó con proyectar videojuegos en el techo y aplicaciones en cada esquina de su visión. Aquella frustración le hizo pensar que la próxima frontera debía ser un dispositivo XR tan ligero que desapareciera en el ojo.
La chispa definitiva surgió una noche, al ver en Pinterest la imagen de una astronauta con un casco que mostraba planetas orbitando. En ese instante, supo que la forma ideal era una lente de contacto inteligente, sutil y casi invisible. Se sentó en el piso de la oficina, investigó sin descanso y así nació XPANCEO.
Visión a futuro de la interacción humano-tecnología
Axelrod cree firmemente en el transhumanismo: la fusión de biología y tecnología para superar nuestras limitaciones. Para él, colonizar otros planetas o vivir centenarios exigirá la integración total de dispositivos en nuestro propio cuerpo.
En los próximos 5 a 10 años, la meta es que la lente se vuelva algo cotidiano: pasar de 15.000 usuarios en 2027 a 10 millones en 2032. Sin embargo, como se trata de un dispositivo médico, deberán cumplirse rigurosos procesos regulatorios y ensayos clínicos antes de llegar al público.
Avances tecnológicos clave
La verdadera innovación no es miniaturizar piezas de móviles, sino desarrollar tecnologías desde cero para escalas microscópicas. XPANCEO ha apostado por materiales 2D: ultra delgados, casi perfectamente transparentes, con un alto índice de refracción y capaces de guiar la luz como fibra óptica.
Otro elemento esencial es la anisotropía: la capacidad de estos materiales para comportarse de manera distinta según la dirección de la luz o la corriente. Así se crean canales de luz diminutos —o waveguides— que permiten proyectar imágenes sin distorsión y en un volumen casi nulo.
Ciencia detrás de la lente inteligente
La proyección de imágenes en un espacio tan reducido plantea dos caminos: proyectar externamente sobre un plano intermedio o colimar la luz directamente en la retina. XPANCEO ha explorado ambos, combinando sistemas ópticos avanzados con fotónica y diseño asistido por IA.
La solución actual enlaza la lente con un dispositivo compañero del tamaño de un estuche de lentes convencional. Este accesorio se encarga de la carga y el procesamiento de datos, dejando la lente ligera y cómoda para el usuario.
El reto de la miniaturización
Más que apretar componentes, el equipo liderado por el Dr. Valentyn Volkov elige materiales y procesos pensados para lo ultrapequeño. Así logran componentes flexibles, conductivos y de alto rendimiento que simplemente no existirían con tecnología tradicional.
La combinación de nanofotónica y materiales 2D permite diseñar sistemas eficientes en un espacio menor que un grano de arroz, rompiendo barreras que antes se consideraban imposibles.
XR como puente para una IA más inteligente
Roman Axelrod opina que la IA actual, aunque poderosa en tareas concretas, carece de intuición y aprendizaje en tiempo real. Los modelos se basan en datos estáticos y no experimentan el mundo como los humanos.
La XR ofrece un entorno interactivo donde la IA puede adaptarse dinámicamente, ganando una experiencia más parecida a la humana. Así, el verdadero avance de la IA no vendrá de modelos más grandes, sino de permitirles aprender del entorno en realidades inmersivas.
Casos de uso transformadores
Más allá de la salud y el entretenimiento, las lentes XPANCEO pueden revolucionar la automatización industrial, la fintech (con transacciones biométricas) y la navegación manos libres. Incluso en exploración espacial, 80% de los astronautas ya usan lentes de contacto, lo que facilita la adopción.
En medicina, el potencial va desde controlar la diabetes y el estrés hasta ofrecer visión nocturna, zoom y asistencia neural para personas con parálisis. Una prueba del impacto social que estas lentes pueden generar.
Hacia la interfaz de cómputo del futuro
Aunque la lente no erradicará por completo al smartphone, redefinirá la interacción con la tecnología. Siguiendo la evolución que llevó de PCs a móviles, pronto será común llevar un computador invisible en el ojo.
Otros dispositivos —altavoces, mandos o herramientas específicas— seguirán existiendo. Pero las lentes inteligentes se convertirán en el modo más intuitivo y natural de acceder a la información.
Valores, elegancia y diseño de producto
Para XPANCEO, la elegancia va más allá de lo estético: es la coherencia en cada área, desde el soporte al cliente hasta la interacción diaria con el producto. La dificultad forma parte de la cultura: cada desafío es una oportunidad de innovar.
Su metodología se basa en la prueba de hipótesis y la iteración constante, lo que ha generado soluciones imprevisibles y avances que pocos creían posibles.
Equilibrio entre mejora e intrusión
La integración de cámaras en la lente plantea inquietudes de privacidad y seguridad: posible uso indebido en exámenes o situaciones de riesgo. XPANCEO afronta esto integrando algoritmos de IA que bloquean funciones en contextos peligrosos y garantizan un uso responsable.
Si bien ningún sistema puede eliminar por completo el mal uso, la meta es ofrecer salvaguardas que fomenten un equilibrio entre libertad y responsabilidad.
Cambio en la relación con la tecnología
El éxito de XPANCEO verá la tecnología dejar de ser algo que usamos para convertirse en parte de nosotros. Las lentes serán una extensión natural de la mente y el cuerpo, amplificando nuestras capacidades sin interrumpir la experiencia de vivir.
Así, la frontera entre humano y máquina se desdibujará, dando paso a una nueva era en la que la tecnología trabaje en armonía con nuestras aspiraciones y potencie nuestro potencial.
