CivitAI ha visto cómo los principales procesadores de pago, como VISA y Mastercard, han decidido interrumpir sus servicios debido al rechazo de la plataforma a eliminar contenido para adultos y deepfakes de celebridades. Esta medida pone en riesgo la renovación de membresías y la compra de «buzz», la moneda virtual que impulsa su economía interna.
Pese a las medidas de auto-censura implementadas hace unas semanas, la comunidad de CivitAI no logró convencer a las entidades financieras. La plataforma aconseja a los usuarios migrar a membresías anuales o usar criptomonedas mientras negocia con nuevos proveedores de pago.
La nueva Ley TAKE IT DOWN en EE.UU.
El presidente Trump firmó la Ley TAKE IT DOWN, que criminaliza a nivel federal la distribución de deepfakes íntimos sin consentimiento. Las plataformas deben eliminar el contenido señalado en un plazo de 48 horas, bajo supervisión de la Comisión Federal de Comercio.
Las sanciones penales entran en vigor de inmediato, permitiendo procesar a quienes publiquen imágenes íntimas no consensuadas, incluidas las generadas por IA. El aval bipartidista y el respaldo de grupos tecnológicos marcan un hito en la regulación de los contenidos digitales.
Alcance y límites de la legislación
La ley se aplica a imágenes íntimas no consensuadas cuando la persona afectada tenía una «expectativa razonable de privacidad». Esta condición puede excluir a celebridades en actos públicos o contenidos ya divulgados voluntariamente.
Además, se deben cumplir ciertos requisitos: la publicación debe causar o pretender causar daño, y no ser un asunto de interés público. Estos criterios dejan un margen de interpretación que podría limitar la protección en casos de deepfakes de personajes famosos.
El futuro de los contenidos deepfake
Aunque la legislación federal ofrece un marco general, muchos estados ya cuentan con normas específicas sobre deepfakes íntimos o políticos, como la California Celebrities Rights Act o la ELVIS Act de Tennessee. Este mosaico legal refuerza la protección según la jurisdicción.
La tensión entre innovación y moderación continúa. Plataformas como CivitAI deberán adaptarse o diversificar sus métodos de pago, mientras la sociedad y los legisladores debaten el equilibrio entre libertad de expresión y derechos de privacidad.