Muchas organizaciones avanzan con entusiasmo en pilotos de IA Generativa, pero se quedan atrapadas antes de llegar a producción. Según estudios recientes, el 92% de las empresas reconoce que sus proyectos se aceleran sin resolver primero problemas básicos de datos.
Este estancamiento no se debe tanto a la falta de capacidad técnica como a una infraestructura de datos que no está lista. Sin datos confiables, completos y explicables, los modelos generan resultados imprecisos o sesgados.
Sin gobernanza, no hay IA Generativa
La gobernanza de datos no es un lujo, sino una necesidad estratégica. Para avanzar más allá del piloto, las compañías deben establecer políticas claras que aseguren la calidad, la trazabilidad y la seguridad de la información.
Además, la cultura organizacional debe incorporar la alfabetización en datos e IA. La normativa, como la Ley de IA de la UE, obliga a las empresas a formar a sus equipos para que comprendan y usen estas tecnologías de manera responsable.
Desarrollando IA con responsabilidad
En el actual entorno regulatorio, no basta con que la IA funcione; también debe ser explicable y responsable. La Ley de IA de la UE y propuestas similares exigen transparencia en los casos de uso de alto riesgo.
Las organizaciones deben poder justificar decisiones automatizadas, por ejemplo, explicar por qué se rechaza un préstamo. Esto requiere un historial auditable de los datos de entrenamiento y un sistema de seguimiento de la procedencia de cada dato.
Pasos para construir IA confiable
Para escalar la IA Generativa, se recomienda unificar la estrategia de datos en tres pilares: calidad, gobernanza y alfabetización. Solo con esa base se garantizan modelos robustos y rendimiento sostenible.
Cuando se implementa correctamente, la gobernanza acelera el valor de la IA: en finanzas, por ejemplo, algunos fondos de cobertura ya superan a analistas humanos en predicción de precios y reducen costes; en logística, optimizan cadenas de suministro en tiempo real.
¿Qué sigue?
Tras los experimentos con chatbots, las empresas invierten en casos de uso transformadores: personalizar experiencias de cliente, acelerar la investigación médica o simplificar trámites regulatorios.
Sin embargo, todo progreso depende de datos sólidos. Con la gobernanza adecuada, la IA Generativa dejará de ser un piloto prometedor para convertirse en un verdadero aliado empresarial, manteniendo siempre la supervisión humana como garantía de responsabilidad.