El acceso inmediato a grandes volúmenes de información y su uso efectivo siempre han sido fundamentales. Sin embargo, en la era de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, disponer de soluciones de almacenamiento confiables se ha vuelto imprescindible.
El mercado global de IA, valorado actualmente en más de 390 000 millones de dólares, podría superar los 826 000 millones en 2030. Pero ese crecimiento depende de un requisito básico: contar con cantidades masivas de datos accesibles y bien gestionados.
La importancia de los datos en la IA
Para que los modelos de IA mejoren su eficiencia y precisión, necesitan entrenarse de forma continua con datos de alta calidad. Desde 2010, los conjuntos de datos para entrenar grandes modelos de lenguaje se han triplicado cada año: GPT-2 utilizó 3 000 millones de palabras, mientras que GPT-4 requirió casi 9,75 billones.
Este crecimiento exponencial plantea un gran desafío: ¿cómo almacenar de manera económica volúmenes tan grandes sin sacrificar la integridad de la información? Organizaciones de todo el mundo deben priorizar la retención de sus propios datos, ya que podrían ser el recurso más valioso para futuras iteraciones de IA.
Analítica de datos como ventaja competitiva: no hay IA sin IA (Archivo de Información)
La analítica impulsada por IA permite descubrir patrones y anticipar tendencias, pero solo si existe una infraestructura capaz de conservar décadas de datos. A esto lo llamamos Archivo de Información (IA).
Este archivo profundiza en el conocimiento organizacional, almacenando datos estructurados y no estructurados. Cuando se entrena un modelo de IA, los conjuntos de datos se extraen temporalmente de este archivo y luego regresan para su conservación a largo plazo.
La verdadera ventaja competitiva reside en acceder al dato correcto en el momento oportuno sin inflar costos. Un buen plan de almacenamiento convierte la información histórica en un activo vivo que sigue generando valor.
Nuevas oportunidades para una tecnología probada
Frente a ciberataques cada vez más frecuentes y costos globales de ciberdelincuencia que podrían alcanzar los 10,5 billones de dólares en 2025, la seguridad del almacenamiento es crítica. En lugar de buscar solo soluciones de última generación, muchas empresas redescubren el potencial de la cinta magnética.
La cinta ofrece escalabilidad y bajo costo por gigabyte, sin consumo energético mientras almacena datos. Además, al permanecer fuera de línea, brinda una capa extra de protección frente a ataques remotos.
Con capacidades actuales para guardar petabytes a fracciones del costo de la nube y una vida útil que supera los 30 años, esta tecnología probada se adapta a las demandas de la IA y la analítica avanzada.
La revolución de IA y de datos
La verdadera revolución de la IA es, en esencia, una revolución de los datos. Las organizaciones que no prioricen el almacenamiento y la accesibilidad se quedarán atrás en un entorno cada vez más impulsado por la información.
Adoptar soluciones escalables y seguras —incluyendo el renovado potencial de la cinta magnética— garantiza estar a la vanguardia de la innovación. En el futuro, las empresas que traten sus datos históricos como un recurso estratégico serán las que triunfen en el mundo centrado en la IA.
